En menos de una semana, dos personas han perdido la vida y cuatro resultaron heridas en dos ataques con armas de fuego. Eso sucedió en Ibarra, que se perfila como el cantón más peligroso de Imbabura.
Mientras el último sábado, en Pugacho Bajo, un hombre, de 35 años, murió por varios impactos de bala y otro, de 20 años, resultó herido, hubo otro asesinato el pasado lunes en la parroquia de Alpachaca.
Los detalles
Según los primeros datos, la madrugada del lunes Edwin David C., de 27 años, murió víctima de varios disparos en el tórax. Mientras tanto, tres personas que le acompañaban resultaron heridas y fueron trasladadas a casas de salud.
De acuerdo a las primeras investigaciones, a las 03.30 de antier, llegaron varios sujetos desconocidos e ingresaron en una vivienda ubicada en calles Manta e Ibarra.
Luego dispararon contra Edwin David C. que se encontraba en la sala de su vivienda. En el sitio, agentes de la Policía Nacional encontraron 16 indicios balísticos.
En el barrio Pugacho Bajo, entre tanto, había 13 casquillos, que fueron recogidos como evidencia del ataque armado. Esa vez, actuaron dos personas que se movilizaban en una motocicleta, color negro. Así informaron testigos.
Los asesinatos se incrementan
En la ‘Provincia de los Lagos’ han ocurrido 33 asesinatos entre el 1 de enero y el 23 de diciembre de este año. La mayoría (21) han sucedido en Ibarra. Luego seis en Santa Ana de Cotacachi, cinco en Otavalo y uno en San Miguel de Urcuquí.
Las cifras corresponden a las denuncias presentadas en la Fiscalía General del Estado (FGE). El año anterior en Imbabura ocurrieron 16 asesinatos.
Para el coronel de Policía, en servicio pasivo, Mario Pazmiño, experto en seguridad, la situación tiene varios motivos. Entre ellos la operación Lanza del Sur que están aplicando las Fuerzas Armadas de Estados Unidos contra el narcotráfico en el Caribe y la desertificación de Colombia por parte de Estados Unidos en la lucha contra la droga.
Estos porque supuestamente el gobierno de Gustavo Petro no cumplió con las obligaciones establecidas en los acuerdos internacionales. Esa presión desde el norte se traduce en mayor presencia en la zona fronteriza del norte de Ecuador de organizaciones delictivas y, por ende, mayor violencia e inseguridad.
Otro tema que inquieta es la presencia de bandas delictivas organizadas ecuatorianas, como Los Lobos, que llegan a Imbabura atraídas por actividades como la minería ilegal. En el último año, han protagonizado enfrentamientos armados con grupos disidentes de las guerrillas colombianas.
Los expertos en seguridad señala que la minería ilegal interactúa con otros delitos como la extorsión, sicariato, trata de personas, prostitución, tráfico de armas, entre otros.
