La calle José Miguel Vacas Flores, ubicada en Azaya de Ibarra, se ha convertido en motivo de constante preocupación para moradores y transeúntes. Un tramo lleno de baches, tierra suelta y desaseo que “amenaza” la movilidad y seguridad mencionan los habitantes.
“Un tramo olvidado”
El tramo afectado inicia en la calle Quito y culmina en la calle Tulcán. A lo largo de este trayecto, se han identificado al menos diez baches de diferentes tamaños, algunos dificultan el paso de vehículos pequeños.
La calle presenta una división desigual: una mitad cuenta con empedrado deteriorado y la otra es solo de tierra y arena. Además “esta situación se agrava considerando que una unidad educativa opera en la zona, lo que genera un flujo constante de niños y padres de familia”, expresó Rafael Pizán, quien transita por la calle diariamente por razones de trabajo.
Los moradores
María Altamirano, de 71 años, vive en el sector desde los 7 años y recuerda que el mal estado de la vía no es reciente. “La calle siempre ha estado en ese estado”, afirmó. En este sentido, los vecinos intentan mitigar el “problema” rellenando los baches con arena. “La solución no dura demasiado”, expresó.
Sobre el estado de los vehículos
Andrés Pérez, quien transita con frecuencia por la calle José Miguel Vacas Flores, aseguró que su vehículo ha tenido daños mecánicos y en la suspensión a causa de los baches. “Debido a que un lado de la vía es de tierra, los conductores ocupan un solo sentido a fin de que no se maltrate demasiado el carro”, comentó.
Esta práctica, aunque común, ha generado roces entre conductores y ha aumentado el riesgo de accidentes menores, según informó Pérez.
¿Qué dijo la municipalidad?
Cristian Vivero, director de Obras Públicas del GAD Ibarra, ante esta situación mencionó: “Sí, estamos en un plan de bacheo. En esta o máximo la próxima semana atendemos”, aseguró.