El Municipio de Tulcán informó sobre los resultados del pasado feriado de cuatro días por Difuntos y la Independencia de Cuenca. Como cada año, el Cementerio Municipal, conocido desde 2015, como ‘José María Azael Franco Guerrero’ se llevó todas las miradas por su belleza, arte y cultura. Más de cuatro mil visitantes registrados por la Municipalidad, llegaron en este asueto, solamente para las visitas teatralizadas, posicionando esta actividad como una de las favoritas del norte del país.
Las noches de leyenda
El ambiente fue el propicio. Noches frescas acompañaron a los visitantes quienes disfrutaron de los recorridos guiados por personajes históricos teatralizados, quienes mantuvieron en expectativa a los turistas, sobre todo a los niños y niñas, por conocer quien es el misterioro hombre o mujer que habla en medio de la paz del camposanto.
Durante los recorridos, cobraron vida figuras emblemáticas de la memoria tulcaneña: Azael Franco Guerrero, impulsor del camposanto; la tradicional Abuelita que guía con sabiduría; Mila Arellano, promotora cultural; el Ánima y Espíritu que representan la conexión mística del cementerio; Vicente Fierro, reconocido artesano local; el Padre Carlos, recordado por su labor pastoral; Lucio Ramón y Luciano Coral, personajes vinculados a relatos populares; la Leyenda de la Beata y el Diablo, que cautivó por su dramatismo; Angélica Martínez, destacada educadora; y Lucio Reina, símbolo de las tradiciones funerarias del norte.

¿Quién fue Azael?
Azael Franco Guerrero nació el 5 de mayo de 1899 en El Ángel y falleció en 1985 en Tulcán. Hijo de Segundo Franco Albán y Mariana Guerrero Auz, se casó con Esther Mariana Carranco García y tuvo nueve hijos. Escultor ecológico, utilizó el ciprés como materia prima para crear arcos, cariátides, vasijas y otras piezas. Este árbol, que puede vivir hasta 500 años, recibe su primer corte a los diez años, etapa en la que Franco iniciaba sus reconocidas esculturas y que ahora decoran toda la extensión del campo santo municipal, ícono ecuatoriano.