Desde 2022, los moradores del barrio Mirador del Colibrí luchan por la protección del bosque de Rey Loma, considerado un pulmón de Otavalo, donde la tala y quema de árboles tendrían el fin de lotizar esas tierras, que son de propiedad privada.
Rosa Hernández, moradora de este barrio, mencionó que hace dos años comenzaron a talar árboles en el bosque. Más en ese momento, lograron obtener medidas cautelares, para evitar daños que podrían ser irreparables.
Aun así, tras este logro, en 2024, volvieron a deforestar otra zona del bosque, y después de una serie de trámites, lograron las medidas cautelares, que en septiembre fueron levantadas.
Provocaron incendios
En septiembre, según información del Cuerpo de Bomberos del Cantón Otavalo, se reportó un incendio forestal en Rey Loma. Por otra parte, miembros del barrio y del colectivo Unidos por la Defensa de la Pacha Mama Otavalo, aludieron que los incendios fueron provocados porque sucedieron luego de que se levanten las medidas cautelares.
Hernández comentó que, a la medianoche, talaron los árboles que quedaron tras el incendio. “Al otro día nos levantamos y vimos que los arbolitos que estaban de pie, unos obviamente ya quemados, y otros medios verdecitos, ya eran montones de las ramas de los árboles”.
Peligros en la zona
Según un informe de la Subdirección de Gestión de Riesgos del GAD de Otavalo, se concluyó que en el predio particular se realizó el corte de árboles y remoción de los tocones; además, el terreno cuenta con una inclinación del 32 %, y el suelo se encontraba removido. La mayor preocupación que albergan es el peligro de deslaves en época de lluvia. El análisis de amenaza de este informe establece que el trabajo de la maquinaria y el destroncado de árboles, originan el arranque de las raíces que sostienen el suelo y que serían arrastrados inminentemente por las lluvias que se pueden producir en el sector.
En el nuevo PDyOT de Otavalo se incluyó la petición de declarar esta área de utilidad pública para que sea considerada como franja de protección de Otavalo, más aún, no hay acciones concretas en el barrio para evitar que se loticen estos terrenos.