viernes, 24 octubre 2025
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En San Rafael de la Laguna, la tierra donde la totora toma forma en múltiples artesanías y en la que hombres y mujeres han dedicado sus vidas a trabajar este material, la planta tendrá un nuevo fin, la elaboración de pan. 

Innovación con totora

El proyecto, liderado por Óscar Darío Jara Vinueza, investigador y docente universitario, quien ha dedicado una década a estudiar a San Rafael y a la fibra ancestral de la totora, tiene el objetivo de descubrir cómo se puede utilizar la planta para la elaboración de pan.

Este trabajo fue uno de los ganadores de la convocatoria Líneas de Fomento del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), cuyo objetivo es la presentación de proyectos en materia cultural para acceder a fondos.

La totora como materia prima

 El equipo del GAD Parroquial, encabezado por el presidente, Antonio Tocagón, apoyó la investigación, y manifestó que durante medio año han venido trabajando con Jara, pero la investigación se ha desarrollado hace mucho antes. “La totora ya no es solo para artesanías, sino para el alimento humano, también”, destacó.

Además del pan, se plantea hacer cerveza de totora, ya que el objetivo es producir harina. Tocagón indicó que esto ayudará a “actualizar la economía” de la comunidad.

Según comentó, en el proceso de investigación ya elaboraron panes a base de esta planta y se demostró que tiene un 35% de potasio en su contenido, es decir, que es muy nutritivo.

 Hoy, en las instalaciones del GAD Parroquial, a las 09:00, se expondrán y socializarán los aspectos del proyecto “Imbabura Territorio de Innovación con Totora”.  

Talleres en la parroquia

El INPC apoyó con un fondo de más de USD 10.000 que ayudará a implementar talleres para que los artesanos de San Rafael aprendan a elaborar el pan. 

Durante seis meses se brindarán las clases en las instalaciones del Gobierno Parroquial, donde los interesados podrán conocer de todos los beneficios de la totora en la alimentación. Cada semana, los días viernes y sábado, serán los talleres, por un tiempo de tres horas.

La meta es que al menos 100 personas se inscriban en primera instancia y que, posteriormente, este número aumente, conforme siga desarrollándose el proyecto.

Industrializar la totora

El sueño de Tocagón es crear una fábrica para la producción de harina y que, luego, sea comercializada. “Por mi parte, estoy bien emocionado de sacar este proyecto, y ojalá, Dios mediante, el sueño se cumpla”, expresó.

Hay tres etapas por las que deben pasar los proyectos y, si los talleres tienen éxito, la meta final es industrializar la totora en San Rafael.

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