Las calles de Quito amanecieron ayer con protestas dispersas que bloquearon momentáneamente ingresos estratégicos en el norte y sur de la ciudad en rechazo a la subida de precios de las gasolinas de mayor consumo. La medida se produjo después de que el Gobierno redujo los subsidios y descongeló los valores de venta al consumidor. En Chillogallo y el sector de Iñaquito se observaron columnas de humo resultado de la quema de llantas.
Desde alrededor de las 08:00 grupos de sindicatos y organizaciones sociales y estudiantiles cortaron varios puntos en ciudades como la capital además de Guayaquil.
Esta acción no había sido convocada previamente y sirvió como preludio a la movilización programada para el jueves próximo en el centro de Quito. Las protestas se desarrollaron pacíficamente y duraron alrededor de dos horas.
Los actores sociales
Entre los participantes estuvieron el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la Unión Nacional de Educadores (UNE), la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE), la Federación de Barrios de Quito y el Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador (PCMLE).
Que dijeron
Clever Hidalgo, presidente de la UNE en Pichincha, manifestó su rechazo al “paquetazo neoliberal de Daniel Noboa”, calificando el aumento de precios como “el segundo garrotazo económico” tras la subida del IVA del 12 % al 15 % en abril. Hidalgo aseguró que estas medidas benefician al sector empresarial y al Fondo Monetario Internacional (FMI), que aprobó un programa crediticio de 4.000 millones de dólares para Ecuador.
Dayana Basantes, presidenta de la FESE, afirmó que Noboa “obliga a las familias ecuatorianas a elegir entre la educación de sus hijos o pagar los servicios básicos”. Carlos Castellanos, presidente del Frente Popular en Pichincha, señaló que el aumento de combustibles ha generado inflación, afectando a los sectores más empobrecidos. Pasadas las 10:00 de ayer fueron retirados los escombros y la ciudad recuperó la normalidad.