La motivación que llevo a Raúl Villa a convertirse en uno de los músicos más reconocidos a nivel nacional e internacional, nace desde su infancia. Fueron sus hermanos mayores, quienes le inculcaron, desde la niñez, el amor hacia la cultura y la música.
Raúl narró que en su adolescencia, a la corta edad de 14 años, llegó a ser el concertista más joven del Ecuador. A partir de ese punto comenzó la vida artística de este ilustre ibarreño.
Viaje al viejo continente
Raúl descubrió su pasión por la guitarra al llegar a la Universidad Central, en Quito, en 1972. En esa época, era costumbre en la ciudad capital realizar pequeños conciertos, una tradición que llegó desde Francia. Esto despertó en Villa su pasión por la música y posteriormente fue seleccionada como parte del Comité Preamérica-Latina. Representó al país y así llevó su carrera y sueños hasta Europa. Contó con el apoyo de su hermano, Carlos Villa, quien costeó el viaje para que Raúl continué con sus estudios en música en Francia e Italia.
Su labor en la actualidad
Después de estar rodeado de grandes personalidades y de viajar por toda Europa, donde vivió 25 años. Durante su estancia en el viejo continente dio a conocer a Ecuador, a través de sus conciertos.
Su retorno al país, ocurrió cuando su madre enfermó y murió “la vida tan increíble”, comentó el músico, puesto no tenía en sus planes regresar a su tierra. Tras el fallecimiento de su madre, algunos meses después se rencontraría con su vecina de la infancia, con quien se casaría y se establecería definitivamente en Caranqui.
En la actualidad Raúl ofrece clases particulares, talleres, conciertos, en su escuela de música, que también cumple la función de museo y lugar de su amplia colección, que está conformada de una parte de sus viajes en Europa.
