Un mes de paro, Imbabura ya no aguanta y está sola

El ministro del Interior, John Reimberg ya no viste de camuflaje, ni usa chaleco antibalas, ahora desde Quito luciendo traje y corbata ha dicho enfáticamente que se cerró el diálogo y que a partir de ahora (mes cumplido de paralización) lo que pase “será responsabilidad de ellos” (pueblos indígenas y grupos sociales). El discurso del terrorismo ha sido reemplazado por el de la minería ilegal y el clamor de la sociedad civil imbabureña no ha llegado a oídos de ningún ministro, autoridad provincial y mucho menos del presidente de la República quien entre sus últimos pronunciamientos invitó a votar por la posibilidad de transmitir un partido de fútbol. ¿Está sola Imbabura? ¿El Ejecutivo le ha cerrado la puerta? ¿Le ha corrido las cortinas, ¿le ha apagado la luz? Es momento de que la provincia sea un ejemplo de consenso, de tolerancia, de diálogo entre iguales, de humildad y sin afanes políticos de un primer paso. Imbabura ya no aguanta más, y parece que está sola.