La Comisión Disciplinaria de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) ha sancionado al delantero ecuatoriano Alexander Bolaños con una suspensión de tres años. El motivo de esta dura sanción es la falsificación de identidad del jugador. Según radio La Redonda de Quito, el nombre real del futbolista es Jancer Romario Bolaños Casierra.
Bolaños, quien milita en el club Independiente del Valle, fue separado del equipo tras el anuncio de una investigación por parte de la FEF. La irregularidad salió a la luz luego de una denuncia realizada en abril a la radio uruguaya Sport 890, tras la participación del jugador en un partido de la Copa Libertadores en el que Independiente del Valle empató contra Liverpool, en Uruguay.
Este caso de falsificación de identidad no es el primero en el fútbol ecuatoriano. En años anteriores, otros jugadores han enfrentado sanciones similares por adulterar sus documentos. Un ejemplo notable es el de Ángel Cheme, conocido como Gonzalo Chila, quien en 2010 fue suspendido por un año después de que se descubriera que había falsificado su identidad para aparentar ser más joven y así prolongar su carrera deportiva.
Moisés Cuero también formó parte de aquel Sudamericano Sub 17 en 1999, bajo el nombre de Alberto Cuero y con 20 años de edad. La Federación Ecuatoriana de Fútbol lo sancionó de por vida tras descubrir su caso, sin embargo, cumplió tan solo seis meses de suspensión por decisión del Tribunal Constitucional.
En julio de 2015, la Federación Ecuatoriana de Fútbol confirmó la sanción al entonces jugador de Liga de Quito por adulteración de identidad y alegar que era menor de edad.
Otro caso es el de Jonathan González, a finales de 2017, el mediocampista que militaba en Liga de Quito para entonces fue suspendido por la Federación Ecuatoriana de Fútbol por adulteración de edad. Tras su regreso reveló que un tío fue quien lo llevó al club Norte América, donde adulteraron sus documentos.
Estas prácticas no solo manchan la reputación de los jugadores involucrados, sino que también afectan la credibilidad de las instituciones deportivas y la equidad de las competencias.