El primer debate de candidatos a la vicepresidencia en la historia ecuatoriana reveló una paradoja llamativa: las aspirantes a la segunda magistratura muestran, en varios casos, perfiles más sólidos y propuestas más estructuradas que sus compañeros de fórmula presidencial.
La participación destacada de las lideresas indígenas Inés Díaz y Pacha Terán, junto a propuestas concretas de Carla Larrea sobre seguridad ciudadana y de Cristina Reyes sobre inversión social, evidencian una madurez política que contrasta con la ausencia notoria de María José Pinto, compañera de fórmula del presidente Noboa.
Este debate histórico demostró que Ecuador está desaprovechando el talento político femenino en los primeros planos de la conducción nacional. Las candidatas vicepresidenciales han demostrado que están preparadas para liderar, no solo para acompañar, planteando la necesidad de repensar los roles tradicionales.