Un cargamento de explosivos, que tenía la potencia para destruir una manzana de casas, fue descubierta por la Policía Nacional en la vía Ibarra-San Lorenzo.
La mañana del domingo último, agentes de la Unidad de Control de Fronteras descubrieron 260 tacos de dinamita, 400 cápsulas detonantes y un rollo de mecha lenta. Los explosivos, calificados de alto poder destructivo por los especialistas del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), de la Policía Nacional, se movilizaban a bordo de un vehículo particular.
Tres personas fueron detenidas
El vehículo, color negro, fue interceptado por los uniformados durante un control de rutina. En el automotor viajaban dos hombres y una mujer. Durante la revisión en el maletero descubrieron la peligrosa carga. Es por eso que los tres ciudadanos fueron detenidos.
Pero, ayer, tras la audiencia de flagrancia y formulación de cargos, la jueza encargada del caso, dictó prisión preventiva contra Nelson D., ciudadano de nacionalidad venezolana. Al parecer, el extranjero era el único que conocía que en las maletas iba el material explosivo.
Mientras que su esposa, Tatiana T., venezolana, y el conductor del vehículo de alquiler, Jimmy S., no tenían idea de que viajaban junto a una carga peligrosa.
Es por ello que la jueza dictó medidas sustitutivas a la presión preventiva. De esta manera inició la instrucción fiscal, que durará 30 días.
Rumbo a Buenos Aires
En la declaración libre y voluntaria, Jimmy S., conductor del vehículo, informó que la pareja de extranjeros le contrató para llevar unos paquetes desde el Panecillo de Priorato hasta la localidad de Cachaco, en la vía Ibarra-San Lorenzo.
A cambio le ofrecieron USD 30. Aseguró que regularmente le contrataban para que les movilizara en la ciudad de Ibarra.
De acuerdo a las primeras investigaciones, los explosivos tenían como destino final La Merced de Buenos Aires. Esta parroquia ganó fama por la minería ilegal que se realiza en la localidad y que tiene en vilo a las autoridades.
Los explosivos son ecuatorianos
Los tacos de dinamita y las cápsulas detonantes están en cajas con la marca Famesa, una empresa ecuatoriana que fábrica explosivos.
