Por el Día Mundial del Agua, celebrado el 22 de marzo, en Mojandita Curubí se vivió una jornada de reforestación de distintas especies de plantas. La iniciativa desarrollada entre el Cabildo de Mojandita Curubí, la Junta de Agua Comunitaria, el Municipio de Otavalo y EMAPAO, comenzó ayer, desde las 07:00.
Cosechar agua
Con el propósito de restablecer las plantas nativas del bosque nativo de Mojandita Curubí, sembraron más de 300 árboles para garantizar el agua a futuro.
Según José Inlago, presidente de la comunidad, este proceso es importante para subsanar el avance de la tala del bosque. “La Junta de Agua trabajó para detener eso y a futuro tener la cosecha de agua”, indicó Inlago.
Cuando se cortan plantas nativas andinas, “automáticamente el agua se seca”, pero cuando se reforesta, “vuelve a nacer el agua”, explicó el presidente sobre el proceso de cosechar agua.
“Reforestar es sembrar agua”
Es así que la jornada de reforestación reunió a cerca de 100 personas que se sumaron a la actividad, desde niños, hasta adultos, con el objetivo de recuperar el caudal que tenían años atrás.
En una toma de agua importante para la comunidad, en el sector de Mosquiñal, del Área de Protección Hídrica Mojandita Curubí, se llevó a cabo la reforestación de especies de alisos, arrayanes, cholanes y acacias.
La Fundación Aves y Conservación, que trabaja con la comunidad hace años, y la EMAPAO proveyeron las plantas. Por otra parte, Gustavo Andrade, gerente de EMAPAO destacó que es necesario conocer qué especies son las adecuadas, porque de lo contrario, podrían repercutir negativamente.
Proyecto en Mojandita Curubí
Inlago señaló que, como parte del proyecto de reforestación que ejecutan junto a Aves y Conservación, han logrado reforestar aproximadamente 140.000 especies nativas, un compromiso de la comunidad para la protección del área hídrica.
Según, Fernando Chicaiza, representante de la Junta de Agua, hay árboles que fueron plantados hace aproximadamente 10 años que han crecido con éxito. Para garantizar el crecimiento de los árboles, construyeron cercos de protección para evitar la presencia de animales.
Además, sugirió volver en un tiempo para conocer cuántos árboles de los que fueron plantados crecieron y, con base en eso, reforzar la vegetación.
