Con casa llena se realizó la presentación del primer borrador de la Ordenanza del Plan Pluricultural de Uso y Gestión del Suelo, Wankurina. El documento busca poner fin a una serie de polémicas surgidas desde la aprobación de la ordenanza en la administración anterior hasta los intentos de reformas en esta administración.

Son cinco capítulos, seis secciones y 207 siete artículos los que conforman el borrador. A ellos se suman seis disposiciones generales; siete disposiciones transitorias, dos disposiciones derogatorias y una disposición final.

A decir de Anabela Hermosa, alcaldesa de la ciudad, este borrador debe ser analizado en cada comunidad, en cada parroquia y de existir una propuesta de cambio se deberá tener en cuenta. “Si hay algo que cambiar o derogar, lo vamos a hacer”, explicó la autoridad. 

Con esta propuesta denominada Wankurina, Otavalo busca hacer realidad el desarrollo sostenible, mediante el trabajo conjunto, comunitario y la reciprocidad en el proceso de mejora de la calidad de vida de nuestra gente, según fue concebido. 

Herramienta legal

Wankurina, en su interpretación del kichwa al castellano, nos da el significado de “juntar para crear fuerza”, siendo así como concebimos el desarrollo de nuestro territorio, en una relación horizontal y de trabajo entre los ciudadanos y la municipalidad.

“Habla muy bonito, pero hasta no ver no creer. Realmente es un atropello, esperemos que los cambios hechos sean acordes a la realidad nuestra”, comentó Alberto Maigua, uno de los asistentes a la sesión de concejo. 

Desde la fase inicial de levantamiento de información hasta la recepción de propuestas, hemos organizado más de 113 eventos de socialización. Estos eventos han sido puntos de encuentro donde las juntas parroquiales, uniones de comunidades, barrios urbanos y rurales, junto con varias organizaciones sociales. La normativa será nuevamente socializada.