Ecuador se desangra. En el mes de enero de 2025, más de 650 personas han sido asesinadas, un promedio de una cada hora. Esta cifra es un 56% superior a la de 2024 y demuestra que la espiral de violencia sigue fuera de control. Los años 2023 y 2024 ya marcaron récords de inseguridad, pero el inicio de este año ha superado cualquier expectativa negativa.
Empresarios, exfuncionarios, delincuentes y ciudadanos comunes han caído víctimas de esta crisis. La violencia es ya un cáncer que corroe al país y que exige medidas inmediatas. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el nuevo gobernante no puede postergar decisiones drásticas. ¿Habrá una verdadera reestructuración de las fuerzas de seguridad? ¿Se combatirá la impunidad con una justicia efectiva? La población no puede seguir siendo rehén del crimen organizado. Ecuador necesita recuperar la paz, y la pregunta es si quienes aspiran a gobernarlo pueden hacerlo.