La reelección de Donald Trump generaría en Latinoamérica opiniones divididas, especialmente en torno a la política migratoria. Muchos anticipan que su regreso intensificaría medidas restrictivas, como la construcción de muros fronterizos y deportaciones masivas. Esto preocupa a los países que ven cómo sus ciudadanos buscan mejores oportunidades en EE.UU. y temen un trato más severo en su proceso migratorio. A la par, algunos sectores de la región, particularmente los más conservadores, ven en Trump una figura de liderazgo fuerte que podría estimular la inversión y presionar contra gobiernos de izquierda. La visión dominante, sin embargo, se inclina hacia la crítica, considerando que sus políticas migratorias agravarían las dificultades para los migrantes y aumentarían las tensiones en la región. En general, Latinoamérica seguiría de cerca su administración, reconociendo que sus decisiones tienen impactos directos en las familias migrantes.