Desde la noche del 28 de noviembre, la Ciudad Blanca enfrentó un corte significativo de agua potable debido a una falla en el sistema de bombeo de la Planta de Azaya, afectando a la ciudadanía por los extensos cortes de agua potable.
Jenny Montenegro, jefa de Agua Potable, explicó en detalle los motivos del problema, las medidas adoptadas y las recomendaciones para la ciudadanía en medio de esta emergencia.
Origen del problema
El incidente se originó en la bomba encargada de rebombear agua hacia los tanques de reserva del sistema Azaya, que abastece a los sectores Azaya-Priorato y Azaya- El Ejido de Caranqui.
“Tenemos tres tanques principales: uno de 2.500 metros cúbicos en la planta de Azaya y dos en las Lomas de Azaya uno de 1.000 metros cúbicos y el otro de 2.500 metros cúbicos. La bomba que impulsa el agua hacia estos tanques presentó fallas, dejando las reservas en cero”, explicó Montenegro.
Procedimiento del equipo
A raíz del desperfecto, el equipo técnico se activó de inmediato para solucionar el problema.
“Desde ayer hemos trabajado de manera continua. Actualmente ya estamos rebombeando 90 litros por segundo, lo que permitirá recuperar las reservas en aproximadamente nueve horas, siempre que no ocurran nuevas fallas”, añadió Montenegro.
Sectores afectados y consumo excesivo
Los cortes impactaron especialmente a los sectores abastecidos por los sistemas Azaya-Priorato y Azaya-El Ejido de Caranqui, siendo el primero el más afectado debido a su mayor cobertura y demanda.
“El tanque de Azaya-Priorato tiene una capacidad de 2.500 metros cúbicos, mientras que el de Azaya-Ejido es de 1.000 metros cúbicos. Esto implica diferencias en el consumo y la capacidad de abastecimiento,” explicó Montenegro.
Además, la funcionaria señaló que, tras cortes prolongados, el consumo aumenta al reanudarse el servicio: “Durante el viernes el servicio no será completamente normal debido a la alta demanda esperada una vez que se abran las válvulas. Prevemos que se estabilice para hoy”.
Mantenimiento preventivo
Jenny Montenegro también destacó que se realizan mantenimientos preventivos anuales en los sistemas de bombeo, pero reconoció que las fallas eléctricas y el uso intensivo pueden generar problemas inesperados.
