La “Chiquilla”, un personaje de tradicional de Otavalo

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Rosa María Morales Quinchiguango, también conocida como “Chiquilla”, es una ciudadana kichwa oriunda de la parroquia San Roque, del cantón Antonio Ante, pero que se dio a conocer en Otavalo gracias a la venta de productos gastronómicos, como el mote con queso amasado.

Esta actividad la realizó durante 36 años de su vida, en diferentes rincones de la urbe, hasta instalarse definitivamente en la Plaza de los Ponchos, a donde decenas de personas acudían a degustar sus exquisitos manjares.
“Empecé cuando tenía 40 años de edad. Hoy tengo 78. Lastimosamente, ya no trabajo porque estoy enferma”, comentó.

Salud
Más de un otavaleño que ha acudido a servirse una ración alimenticia en donde Rosita, se ha percatado de que ya no sale a los nuevos espacios asignados por la Municipalidad, preguntándose ¿qué habrá sucedido?
Esta interrogante la responde ella mismo a través de EL NORTE: “Me tuvieron que poner un marcapasos. Ya no puedo trabajar. Hace dos años que ya no salgo. Mi corazón se ha estado acabando”, expresó con lágrimas en sus ojos.

 
Con el recuerdo latente en su cabeza, de aquellos días en que con la vitalidad de una joven preparaba los alimentos a comercializar, para luego tomar una camioneta que la trasladara al “Valle del Amanecer”, manifestó que no hay punto de comparación con su existencia actual.

“Ahora todo es muy diferente, pues si bien realizo algunas cosas de la casa, tengo que cuidarme de no hacer mucho esfuerzo. Extraño mucho todo”, acotó.

Tradición 
Luego de “colgar los guantes”, como se dice comúnmente cuando alguien deja de hacer una actividad, la nuera de la ex comerciante le tomó la posta, y es ella quien actualmente lleva el sustento a la casa, pues Rosita vive junto a ella y su hijo, que también trabaja por su cuenta.

Es así que, hoy en día tienen un puesto de arrendamiento en el nuevo comedor gastronómico construido por el GAD Municipal, al que se lo ha bautizado con el nombre de Alli Mikuy, plaza de sabores.

Este nuevo espacio público contó el día de su inauguración oficial con la presencia de la “Chiquilla”, quien lució asombrada por el cambio.

Familiares
María Josefina Maldonado, sobrina de Rosita, rememoró que ella la traía desde los 13 años a trabajar en las ventas, algo que le hizo madurar más pronto de lo normal, pues conoció lo que significa ganarse el sustento diario.
Esta acción la realizó hasta que cumplió 20 años, para posteriormente independizarse. Más tarde, incluso, trajo a su hermana para que también tenga un ingreso.

“Estamos muy agradecidas con mi tía, por habernos inculcado el trabajo. Todos la conocen como Chiquilla, porque ella les decía chiquillos a sus clientes. Mis abuelitos han sabido decir así a los niños y eso se le quedó grabado. Lo decía a todos con cariño”, relató María.