Nayib Bukele, presidente de El Salvador, calificó de “satánicas” a las pandillas que operan en su país. Y consideró como un “milagro” que se haya obtenido el control en el territorio, pues la principal arma que utilizó, para reducir el nivel de violencia, fue “orar”.
“Nuestra impresionante victoria se debió a que ganamos la guerra espiritual muy, muy rápido”, enfatizó el primer mandatario de El Salvador.
“Era una tarea imposible, porque había que ir tras ellos y estaban entremezclados con la población en todas partes y matando al azar. Intentamos descubrir qué hacer y dije ‘estamos ante una misión imposible. Entonces oramos’”.
“A medida que iba creciendo la organización, se volvió satánica. Empezaron a hacer rituales satánicos“, aseguró Bukele sobre las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18.
Los elemento esenciales
Bukele mencionó que la “fórmula oficial” del éxito de su “guerra” contra esos grupos delictivos es que logró fortalecer a la policía y duplicar el Ejército, pero que la clave verdadera fue que se produjo “u milagro”. “En un par de semanas, se transformó el país”, dijo.
“Somos más seguros que cualquier otro país del hemisferio occidental y, si yo hubiera dicho esto cinco años atrás, me hubieran dicho que estoy loco. Este era, literalmente, el país más peligroso del mundo”, señaló. El mandatario recordó que, en marzo de 2022, las pandillas comenzaron a atacar y “mataron a 87 personas en 3 días, lo que para un país de 6 millones de personas es una locura”.