Los incendios forestales en Quito han convertido a la ciudad en una “hoguera”, donde no solo ha afectado a la naturaleza (flora y fauna) sino también a la ciudadanía, que podría generar problemas en la salud.
Los incendios forestales en la capital de Ecuador, que se propagaron desde el 24 de septiembre de 2024, aunque se han logrado controlar, en cierta proporción, por el Cuerpo de Bomberos de Quito, en colaboración con otros agentes, siguen amenazando a la ciudad. Por ejemplo, las llamas se reactivado en dos puntos críticos: en las cloacas de Guápulo y cerca de la calle Gonzalo Rubio Orbe.
Y las consecuencias, ya son evidentes. Según la Secretaría de Ambiente del Distrito Metropolitano de Quito, en base al reporte presentado este 25 de septiembre, en el sector centro-norte y norte de Quito, la calidad del aire a alcanzado niveles de preocupación. Sin embargo, cerca del foco del suceso y en el lugar mismo, como en el sector del Guápulo y el cerro Auquí, los niveles de contaminación son insalubres.
Acciones
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, en coordinación del Puesto de Mando Unificado (PMU) en el peaje Guaysamín, informó que el helicóptero del CBQ está en operación y que se han sumado dos helicópteros adicionales de la Fuerza Aérea desde Taura para apoyar en la extinción del fuego.
Impacto
Varios sectores han sido afectados gravemente, por el cerro Auqui, los barrios Bolaños y Bellavista, puesto que el fuego sigue activo en estas áreas. La Avenida de los Conquistadores y tramos de la Vía Interoceánica permanecerán cerrados por seguridad. El túnel Guayasamín también está cerrado hasta nuevo aviso, afectando el tránsito en la ciudad.
