El ministro de Gobierno de Ecuador, José de la Gasca, afirmó que aún no se puede hablar de un «crimen de Estado» en el caso de los niños asesinados en Guayaquil, quienes desaparecieron tras ser detenidos por militares.
De la Gasca enfatizó que las investigaciones están en curso y que actualmente los cargos formulados son por desaparición forzada, no por ejecución extrajudicial. Además, pidió evitar conjeturas que podrían afectar la rigurosidad del proceso judicial.
La desaparición de los menores Ismael y Josué Arroyo (15 y 14 años), Saúl Arboleda (15) y Steven Medina (11) ocurrió el 8 de diciembre después de una práctica de fútbol. Videos en redes sociales muestran a militares deteniendo a los niños y trasladándolos en una camioneta.
Según las primeras versiones, los menores fueron llevados a la zona de Taura y luego liberados. Posteriormente, restos calcinados identificados como de los niños fueron hallados en una zona cercana.
El caso ha derivado en la imputación de 16 soldados por el delito de desaparición forzada, y la jueza a cargo determinó que este acto debe investigarse como responsabilidad del Estado.
Las familias de los menores, apoyadas por su abogado, señalaron que las evidencias podrían llevar a una nueva investigación por ejecución extrajudicial. Los menores fueron enterrados en Guayaquil mientras sus familiares exigen justicia.
El ministro De la Gasca aseguró que el crimen no quedará impune y que los responsables deben ser llevados ante la justicia.
Sin embargo, sostuvo que no se prevén cambios dentro de las Fuerzas Armadas, las cuales cuentan con el respaldo del Gobierno.
Señaló que el accionar de algunos militares no debe empañar la imagen de la institución y acusó a sectores políticos y mafias de intentar desprestigiarla.