Hoy, después de más de tres décadas de espera, finalmente el Proyecto Pesillo Imbabura está listo. Fernando de la Torre, dirigente kichwa, confirmó a EL NORTE que la primera fase está terminada.
La captación, el túnel transvase, conducción de 155 km de tubería, planta de tratamiento de potabilización están listas para el funcionamiento. “Lo único que nos falta es el tema de las interconexiones que esperemos esté listo para finales de este año”, recuerda de la Torre.
El Pesillo Imbabura es un ambicioso esfuerzo destinado a transformar la infraestructura hídrica y agrícola de la región. Este proyecto, largamente esperado, promete mejorar significativamente la calidad de vida de miles de habitantes en las provincias de Pichincha e Imbabura.
Esta propuesta fue concebida hace más de 30 años, pero diversas dificultades técnicas, financieras y administrativas impidieron su avance. Hoy, gracias a la colaboración entre el gobierno nacional, autoridades locales, y la comunidad, esta iniciativa se ha convertido en una realidad tangible.
El principal objetivo del Proyecto Pesillo Imbabura es asegurar el suministro de agua potable y de riego a más de 100 000 personas. Esto no solo garantizará el acceso a agua limpia, sino que también fortalecerá el sector agrícola, una de las principales fuentes de sustento en la región.
El Pesillo – Imbabura, beneficiará a cinco cantones: Cayambe, Pedro Moncayo, Otavalo, Antonio Ante e Ibarra. En declaraciones anteriores, Álvaro Castillo, alcalde de Ibarra y presidente de la Mancomunidad Pesillo – Imbabura, aseguró que son 52 millones invertidos, de los cuales $17 millones conforman un crédito que lo pagamos entre cinco municipios”.
El Municipio de Ibarra es el que más aporta con casi $9 millones. Además, $35 millones han sido donados por la Agencia Francesa de Desarrollo. Según Castillo, el sistema está 99% listo, por lo que ya se encuentra en la fase de pruebas técnicas de funcionamiento. Este proyecto es uno de los más importantes de la provincia en los últimos años.