El ciclista belga Remco Evenepoel logró revalidar su título mundial de contrarreloj por segundo año consecutivo, a pesar de haber enfrentado problemas técnicos antes de la prueba.
Un fallo en la cadena lo dejó sin potenciómetro, lo que dificultó su rendimiento al tener que medir su esfuerzo por sensaciones. A pesar de esta adversidad, Evenepoel logró dominar la carrera y celebró su victoria incluso antes de cruzar la meta.
“Ha sido una de las contrarrelojes más difíciles de mi vida”, afirmó el campeón belga, al recordar los momentos de tensión previos a su salida. El problema técnico no solo lo afectó al inicio, sino también en los tramos de subida, donde reconoció que tuvo que ir “demasiado a tope” debido a la falta de datos precisos sobre su rendimiento.
A pesar de estas dificultades, el ciclista se mostró satisfecho con su desempeño, especialmente por haber podido anticipar la celebración de su victoria tras ver el panel de tiempos a su favor. “Sentí la necesidad de celebrarlo al ver mi registro en verde”, dijo, haciendo referencia a la ventaja obtenida en los últimos kilómetros de la prueba.
Evenepoel reveló que, tras su participación en los Juegos Olímpicos, trabajó arduamente para recuperar su forma física en el Tour de Britain, lo que finalmente le permitió llegar en óptimas condiciones al Mundial.
El belga también se mostró orgulloso de repetir lo logrado por la australiana Grace Brown, quien horas antes había ganado la contrarreloj femenina.