La Asociación Kichwakamak Sisariy finalizó en la parroquia de González Suárez el Curso Internacional de Revitalización Lingüística junto a la Asociación Vasca Garabide del País Vasco (España) y el GAD Parroquial.
En esta primera instrucción en la parroquia participaron 50 personas que recibieron su certificado en la ceremonia de graduación, tras la culminación del curso. Para Sisariy “este es un paso más en la preservación de la lengua kichwa en González Suárez”. La iniciativa tiene el objetivo de preservar y proteger el “patrimonio lingüístico y cultural de las comunidades de los pueblos Kichwas Otavalo y Kayambi, y el mestizo”.
Trabajo de dos meses
Elvis Tuquerres, secretario técnico de Sisariy y coordinador del curso, mencionó que “no es exclusivamente un curso de kichwa”, sino que fue específicamente para “formar activistas en temas teóricos con herramientas para incentivar la revitalización lingüística”.
Según la información de la asociación, durante dos meses se dictaron las clases en las que los estudiantes tuvieron la oportunidad de aprender las bases teóricas de la lengua kichwa, con las que pusieron en práctica aspectos como la escritura, pronunciación y gramática.
Al final de este tiempo, los estudiantes presentaron proyectos para el rescate de la misma. Algunos crearon canciones, coros infantiles y otros métodos didácticos para la aplicación de los conocimientos, “demostrando su identidad cultural y compromiso adquirido con su propia lengua”. Entre los participantes estuvieron docentes de los Centros de Desarrollo Infantil y líderes de la parroquia.
Fortalecimiento del kichwa en González Suárez
En la clausura del curso, leyeron un manifiesto en el que reconocieron la pérdida de la lengua kichwa en la parroquia y la necesidad urgente de preservarla, revitalizarla y promoverla en todos los espacios de la sociedad.
“El kichwa se muere cuando usted no habla. Usted tiene que decidir en ser la última generación en acabar el kichwa o ser la generación que revive al kichwa”, manifestó Viviana Caluquí, vicepresidenta de González Suárez.
Por otras parte, Iván de la Cruz, presidente del GAD, destacó la importancia de estas iniciativas en para garantizar la transmisión de la lengua a las nuevas generaciones. “La lengua es el alma de nuestra comunidad; mantenerla viva es una responsabilidad compartida que nos une y fortalece”, expresó.
Además, de manera institucional, el GAD Parroquial se comprometió a utilizar el kichwa para servicio público de manera obligatoria. En cuanto a la educación y comunicación, diseñarán programas para la capacitación de la lengua. De igual manera, las señaléticas y nomenclaturas se cambiarán.