“Shaná Tová Umetuká” (Que tengas un año bueno y dulce) se escucha decir a los miembros de una familia judía en Ibarra, y no solo aquí, sino que en el resto del mundo, los centenares de judíos que se encuentran dispersos en los siete continentes repiten las mismas tres palabras que, cargadas de anhelos y buenos deseos dan inicio al 5785, el nuevo año según el calendario hebreo, marcando así, el comienzo de Rosh Hashaná, una de las festividades judías más celebradas.
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