IBARRA.- Solo en la parte baja de la parroquia Guayaquil de Alpachaca hay unas cinco calles que están abiertas esperando más de dos meses ser adoquinadas o asfaltadas.
Los vecinos de esta parroquia aseguran que con las lluvias se genera lodo, por lo que impide el tránsito tranquilamente, mientras que ahora solo hay polvo. Y esperan mayor atención de las autoridades.
Detalles
Germania Rosero, presidenta encargada del Consejo Parroquial, mencionó que en cuanto a la parte de infraestructura se han venido quedando con las administraciones anteriores, por lo que señaló que están trabajado para terminar con las intervenciones.
La presidenta encargada también añadió que los problemas sociales que se han registrado en el país también han ocasionado una paralización en los trabajos.
“Confiamos que la señora alcaldesa nos ayude y somos tan positivos de que en estos días ya se nos de prioridad a la parroquia porque esta zona es vulnerable en todo sentido”.
De igual forma, indicó que tienen desconocimiento del por qué no continúan con la intervención en las vías. Pese a ello, solicitamos una entrevista con el encargado de estas obras en el Municipio, pero desde comunicación no obtuvimos respuesta.
Encuentro
Wilson Cangás, coordinador general de la parroquia, mencionó que para la intervención de las vías tienen dos proyectos, uno de ellos se está haciendo con el presupuesto participativo.
Comentó que hay obras del 2021 que aún no se terminan, por lo que ahora están empezando las obras de 2022.
Cangás agregó que tienen otra proyecto con el préstamo del Banco de Desarrollo del Ecuador, BDE, donde la mayoría son asfaltos.
Dijo que se reunieron con el fiscalizador y contratistas, “pero hemos hecho un reclamo, ya que dicen que tienen tiempo de cumplir hasta octubre, pero si es así no deberían abrir antes las calles. Consideren el tiempo, calle que se abre, calle que se termina”.