Un viejo adagio dice que “todo le llega en su momento, al que sabe esperar”. Esta frase se cumplió en la vida de Juan Carlos Portilla, gestor cultural y bailarín ibarreño, quien es el director del grupo de danza Inti Wayra. Dentro de su trayectoria, con la agrupación, cumplió uno de sus máximos sueños, viajar a Europa, cuna del arte universal. En total fueron 35 días de gira en los cuales recorrieron las principales ciudades de Polonia.
El Comienzo
Pero el sueño de Portilla se gestó mucho tiempo atrás. Desde niño le gusto la danza y siempre formaba parte de las agrupaciones y clubes en la escuela Aida León de Yacucalle. Luego en su adolescencia marcó su camino hacia este arte y formó parte de uno de los más reconocidos grupos de danza, Wataviros donde se perfeccionó hasta conformar su propia agrupación, que lleva en escena alrededor de 14 años. Siendo un referente local, nacional e internacional.
Su Vida
Juan Portilla cuenta que en su familia no todos son artistas y que el ritmo llegó desde Colombia por su madre, María Isabel Portilla Hernández. Luego de estudiar en el colegio Teodoro Gómez de la Torre culminó su carrera a distancia en el colegio Americano de Ibarra. Antes de ser bailarín profesional es ingeniero en gastronomía y promotor turístico y considera que no hay mejor combinación que el arte, la comida y el turismo, para presentar a un país.
Su Viaje
Uno de sus viajes más importantes fue el de 35 días hasta Polonia, la gira más larga hasta el momento de la agrupación. Esta oportunidad fue el resultado de un proceso de calificación por parte de los organizadores de un festival de danza en el viejo continente.
“Son muy exigentes, y antes de mandar la invitación a los grupos de danza. Los polacos califican vestuario, música, ritmo y presentación”, explica el artista imbabureño quien además estuvo en Colombia, con cuatro compañeros participando de una comparsa y un carro alegórico en donde logró ganar un premio.
Misión Cumplida
La persona responsable de la invitación y la gira fue Santiago Hernández, músico y docente universitario, quien los vio bailar en un festival organizado por la UNAPE y quedó impactado por cada uno de los elementos que compone su vestuario y la personalidad de su baile. Portilla espera lo más pronto posible volver a viajar y promocionar las costumbres de su Imbabura.