En contexto, el viernes, comunidades de Imbabura y del norte de Pichincha, realizaron un plantón frente al Municipio de Ibarra, puesto que, el alcalde Álvaro Castillo, es el presidente de la Mancomunidad del proyecto Pesillo – Imbabura. Los dirigentes exigían una reunión con el Burgomaestre para abordar la creación de la Empresa Pública Pesillo – Imbabura. Para comprender mejor este tema, Diario EL NORTE habló con el gerente del proyecto, Vicente González, quien explicó la importancia de la formación del organismo y el porqué de la posición de las comunidades.
Contexto y explicación
Antes de entrar en materia, el proyecto se concibió hace dos décadas, aproximadamente. Este año, la empresa constructora culminó con la obra y solo le resta entregar la misma a la Mancomunidad, conformada por las alcaldías de Ibarra, Otavalo, Antonio Ante, Cayambe y Pedro Moncayo. La inversión fue de alrededor de USD 50 millones y dotará de 720 litros por segundo de agua potable a 250 mil personas de los cinco cantones beneficiados.
González explicó que cuando nació el proyecto, se vio la necesidad de crear primero una mancomunidad, ya que esto posibilitaba la realización de estudios, financiamiento y culminación de la obra. Enfatizó que un proyecto de esta magnitud requiere de una administración técnica, siendo esta una de las obligaciones que solicitaron los entes financistas, en este caso, la Agencia de Desarrollo Francesa, el Banco de Desarrollo, entre otros.
“Al establecerse las condiciones de financiamiento para ejecutar la obra, se requería cumplir otro requerimiento, el primero ejecutar la obra, que se delegó al Municipio de Ibarra y luego la conformación de la Empresa que administre el servicio”, explicó.
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La empresa, los municipios y las comunidades
El Gerente del proyecto indicó que la futura empresa debe ser autosustentable y sostenerse con los recursos que genere del servicio de dotación de agua potable, que se entregará en “bloque” a los 55 sistemas comunitarios de agua y a los 5 sistemas que son de Empresas de Agua Potable de cada cantón.
Un total de 165 comunidades que pertenecen a Pichincha e Imbabura son parte del proyecto, a ellos les pertenece los 55 sistemas de agua comunitarios, de estos se nombró a 16 representantes que se denominaron regionales, quienes se encargaron en apoyar y coordinar la ejecución, planificación y culminación de la obra.
La Empresa Pública deberá tener un directorio, en 2016, se acordó que el mismo esté conformado por 2 representantes comunitarios, 2 de los Municipios, más el presidente de la Mancomunidad, en este caso el Alcalde Ibarra.
“Se contrató una consultoría para que de los lineamientos generales de la conformación de la empresa pública, desde hace 3 años. Se han realizado reuniones de socialización de la conformación y de las tarifas. La estructura de la Empresa debe ser de 40 trabajadores técnicos.
En este momento la Mancomunidad está revisando el estatuto”, dijo González. También, señaló que lo que las comunidades piden es una mayoría comunitaria en el directorio, es ahí donde se centra el conflicto.
Actualmente, los 5 municipios deben hacer las obras de interconexiones, el costo es de USD 4 millones, se hicieron 6 de 59 para probar el sistema y así entregar la obra.