El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha confirmado su asistencia a la ceremonia de posesión de Donald Trump el próximo 20 de enero en la Casa Blanca. Este viaje genera interrogantes, no solo por la relevancia de su asistencia internacional, sino por las fechas en cuestión. Noboa partiría apenas un día después del crucial debate presidencial, lo que deja en el aire su presencia en las urnas para ejercer su derecho al voto, una obligación en Ecuador.
Esta circunstancia reaviva la polémica sobre su compromiso con el proceso democrático.
Noboa ya enfrentó críticas por no solicitar la licencia mientras dure la campaña electoral y no cumplir con esta obligación ética. La pregunta ahora es: ¿viajará como presidente en funciones o como candidato en campaña? Su rol en Washington podría interpretarse como un movimiento estratégico, en un momento en el que el país necesita claridad sobre las prioridades de su gobierno.