Como parte de los proyectos sociales que desarrolla la ONG Guaguacuna en Otavalo, se suscribió un convenio con la Universidad de Alicante (España), a través del cual, 10 jóvenes estudiantes viajaron a territorio ecuatoriano para “dar una mano amiga” in situ, mediante el despliegue de varias acciones.
“La idea fue que estos voluntarios puedan venir a prestar su contingente con la ONG, por medio de diversos proyectos que dirigimos o de los que somos parte, al tiempo que se llevan una experiencia de vida muy significativa”, manifestó Flormarina Montalvo, presidenta de Guaguacuna.
En este contexto, la llegada de la comitiva europea ha estado enmarcada específicamente en la ejecución de diferentes tareas, desde la impartición de conocimientos a niños y jóvenes que se benefician de los proyectos sociales, hasta la adecuación de la infraestructura en donde funcionan los mismos, con labores como pintura de paredes, entre otras.
Al respecto, Mónica Sánchez, voluntaria de Guaguacuna, quien hizo la función de enlace entre la ONG y la entidad de educación superior, señaló: “Dentro del grupo hay por ejemplo trabajadoras sociales, pero no solamente han actuado en el ámbito de su formación, sino que han aportado de muchas maneras más, pues son todoterreno, ya que eso es un voluntariado, donde te pongan debes cumplir”.
Cabe mencionar que los voluntarios han permanecido en Otavalo durante un mes, haciendo base en la comunidad Mojandita de Curubí, desde donde han podido palpar en primera persona las necesidades de sus habitantes, así como de las que tienen en otros sectores del cantón.
“La experiencia ha sido súper enriquecedora. Desde el minuto cero ya estás aprendiendo. Hemos podido conocer historias muy duras, de personas que no tienen a lo mejor las mismas posibilidades que podríamos tener nosotros en España, entonces te genera frustración el no poder ayudar más”, expresó Claudia López, estudiante de la Universidad de Alicante y voluntaria de Guaguacuna.
Por su parte, Sandra Elvira, que se desempeña como docente de secundaria en su país natal, y cursa un doctorado en filosofía y letras, complementó este discurso argumentando que sería muy importante el poder expandir esta experiencia en su territorio, con el propósito de que más personas, ya sean estudiantes universitarios o ciudadanía en general, se puedan sumar a estas causas de orden social.
“Creo que se puede difundir a través de redes sociales, además a mis familiares, amigos y entorno. Pienso que el voluntariado no es tan conocido en España.
No todo el mundo sabe que lo puede hacer, en este caso venir a Ecuador a ayudar y compartir experiencias. En lo que respecta a mí, estoy muy agradecida con la universidad por haberme dado esta oportunidad. Creo que se debe hacer voluntariado por lo menos una vez en la vida”, comentó.
Finalmente, las estudiantes en diálogo con EL NORTE, coincidieron en que una buena forma de esparcir su mensaje sería a través de charlas con los demás alumnos de su establecimiento académico, pues consideran que escuchando su testimonio presencialmente, más de uno se motivaría.
