Expertos y comunidades locales se unen para preservar un sitio ceremonial emblemático del Qhapaq Ñan. En un esfuerzo sin precedentes, diversas instituciones nacionales e internacionales están trabajando juntas para la conservación del Complejo Arqueológico Inkawasi, un importante vestigio cultural y ceremonial del Qhapaq Ñan en Ecuador.
Este lugar, conocido como el Templo del Sol y clave en el sistema vial andino, tiene una antigüedad que se remonta desde el año 700 a.C. hasta 1470 d.C., con evidencias de civilizaciones previas al periodo Inca que yacen hasta 15 metros bajo tierra.
Inkawasi en la mira de los expertos
Según Freddy Ramos, ingeniero civil del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), este sitio, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, enfrenta desafíos de deterioro debido a factores tanto climáticos como los biológicos. “La conservación de este espacio no es solo un asunto local, sino de relevancia internacional”, explicó Ramos.
El proyecto actual contempla dos meses adicionales para completar la fase de conservación y estabilización.
Además, Martha Romero responsable del laboratorio, destacó que estos estudios buscan identificar las causas del deterioro y proponer soluciones técnicas específicas.
“Actuamos como médicos para las piedras, diagnosticando sus enfermedades y recomendando tratamientos”, detalló Romero.
Metodologías innovadoras
Las muestras recolectadas serán examinadas en el Laboratorio de Química del INPC, ubicado en la ciudad de Quito.
Los análisis incluyen la caracterización constitutiva del material pétreo y el estudio de las fuerzas intrínsecas, solidez y alteraciones presentes, como sales, líquenes, musgo y otros microorganismos. Estos datos permitirán elaborar un indicador de deterioro que determine las patologías específicas del material.
Herramientas empleadas
El equipo de trabajo utilizó un kit especializado que incluye bisturís, bolsas de ziplock y herramientas para recolectar pequeñas muestras del material compositivo ubicado en las piedras del Inkawasi.
Estas permitirán identificar en laboratorio componentes como nitratos, sulfatos, sulfuros y carbonatos, así como evaluar porosidad, fisuras y saturación de agua en las piedras.
Asimismo, la restauración utiliza técnicas no invasivas y productos naturales, como jabones a base de saponinas naturales, para limpiar y proteger.
