Empuje ibarreño: Un amplio legado que perdura

Hace siglos, Ibarra enfrentó su mayor desafío cuando un devastador terremoto redujo a escombros la noble ciudad, dejando apenas 550 sobrevivientes. Aquella prueba del destino, lejos de quebrar el espíritu ibarreño, forjó una identidad colectiva inquebrantable. Durante cuatro años, nuestros antepasados permanecieron en Santa María de la Esperanza, nombre que simbolizó el anhelo de retornar a su tierra. Aquel histórico 13 de abril de 1872, los ibarreños regresaron unidos, determinados a reconstruir no solo edificaciones, sino el futuro de su amada ciudad. La Fiesta del Retorno, que celebramos desde el 28 de abril de 1872, conmemora no solo un regreso físico sino el triunfo de la voluntad colectiva sobre la adversidad. En tiempos actuales, honremos ese legado de unidad y perseverancia. El ejemplo de aquellos ibarreños nos convoca a enfrentar juntos los desafíos presentes, demostrando cooperación y amor por Ibarra.