Hace seis años, Ecuador enfrentaba su primer golpe de la pandemia de COVID-19 con la muerte de una paciente en Guayaquil. Era el inicio de una crisis sanitaria sin precedentes que puso a prueba la capacidad del Estado, la disciplina ciudadana y la fortaleza del sistema de salud. Con incertidumbre y temor, el país adoptó medidas drásticas: confinamientos, restricciones y un esfuerzo colosal del personal sanitario. El Ecuador, con dificultades y limitaciones, demostró que la disciplina y la unidad podían hacer frente a la adversidad. La emergencia sanitaria impuso sacrificios, pero también generó lecciones invaluables sobre prevención, solidaridad y resiliencia. Ahora, recordamos aquel primer deceso, un 13 de marzo de 2020, no solo con pesar, sino también con la certeza de que el país logró sobrellevar la crisis con esfuerzo conjunto. Ecuador aprendió, cambió y se reinventó. Que la memoria de esta tragedia nos inspire.