El segundo mandato de Donald Trump ha comenzado con una firme promesa: deportaciones masivas de migrantes. A diferencia de su predecesor, Joe Biden, Trump ha implementado vuelos militares para estas deportaciones, marcando un cambio significativo en la logística y el alcance de estas acciones. Además, ha ampliado las deportaciones a migrantes previamente protegidos, permitiendo arrestos en lugares antes considerados seguros, como escuelas y hospitales. La política de deportaciones expeditas también se ha endurecido, eliminando el derecho a un abogado y a una audiencia judicial, y aplicándose en cualquier lugar de Estados Unidos. Los ecuatorianos más vulnerables son aquellos con órdenes de deportación previas, los que ingresaron ilegalmente, cometieron delitos o desobedecieron repetidamente las leyes de inmigración. Es crucial desmentir rumores: no hay listas de países exentos. Sino cumplen la ley, fuera.