Como una “bomba de tiempo” calificó Eduardo Ortega, presidente del GAD Parroquial de Caranqui, al puente que une la calle 10 de Agosto, con los barrios Guayaquil y El Ejido de Caranqui. “Es una bomba de tiempo por el mal estado en el que se encuentra. El Alcalde Álvaro Castillo realizó una inspección y evidenció los daños que son increíbles”, dijo la autoridad parroquial
Los daños son estructurales – explicó Ortega – y se encuentran en la parte inferior, donde los cimientos están destruidos y las varillas están fuera de las bases. Mientras que la parte superior el puente tiene una inclinación, cuando pasan autos de carga pesada, el puente se mueve de manera elástica y es un peligro.
“Este un puente que no solo lo utilizan los caranqueños, es un paso de descongestión de las calles Monje, del barrio 10 de Agosto y une al Centro de Caranqui, la parroquia de la Esperanza”, dijo Ortega. La autoridad parroquial señaló que están a la espera de los resultados de los nuevos estudios que realiza la actual Alcaldía. “Existe la voluntad política”dijo.
El Alcalde de la ciudad, Álvaro Castillo, en una conversación con Diario EL NORTE, indicó que el Municipio intervendrá el puente pero después de las Fiestas de San Juan.
La Primera Autoridad de la Ciudad mencionó que se realizan nuevos estudios, con los resultados, partirán hacia una toma de decisión sobre qué se intervendrá en el puente. “ Se ve que el puente tiene una deflexión en la loza, en la parte norte y sur del mismo. Haremos un examen minucioso del las vigas, se analizará, a través de análisis minucioso, si es necesario derrocarlo o no, por lo pronto, pasado el 17 de Julio, procederemos a tomar una resolución”, dijo.
