Aprendamos a llevar la bandera en todo lo que hacemos

El Día Nacional de la Bandera, símbolo patrio que refleja la historia de los ecuatorianos, tuvo un preámbulo nada confortable y más bien amargo. Nuestro tricolor patrio, que en un pasado flameó con gestas heroicas y que en el presente se elevó gracias a destacados deportistas, en las olimpiadas de París 2024, tuvo un lamentable escenario. Miles de hectáreas consumidas por el fuego, que no precisamente representa el amarillo patrio; una histórica sequía, la peor de las últimas décadas, que no hace honor al azul de la bandera, que desde niños nos dijeron representa los ríos y lagunas; y, finalmente está el rojo, que alguna vez significó la sangre de los patriotas, y que podría ser, actualmente, el color de una crisis de violencia e inseguridad que ha cobrado la vida de miles de personas. Momentos difíciles rodean un territorio cuya mejor fortaleza es la capacidad de los ecuatorianos, de salir adelante, en todas las crisis. Esa es nuestra bandera.